Una Mañana de Lluvia
junio 06, 2019
Es como si el cielo llorara nuestras penas.
Cada noche salía un momento, me sentaba en el frío pasto del patio de atrás y con un ligero viento que soplaba en mi rostro, mis ojos se achicaban, y el cielo ensordece ante tal magnitud que está por venir. Bastaba una mirada y un suspiro danzante con el viento para que él supiera que todo lo que llevo por dentro lo tendrá que llorar en 100 noches para desahogar las penas de su hijo, el desamor del mundo y el desprecio ante mil romances imposibles, con una lagrima fría y llena de dolor podía decirle lo que ha roto a esta alma en pedazos.
Ya no queda nada de que hablar, el universo y yo somos uno mismo, así como el día que él y tú se unieron y salí de tu vida en tan solo un instante, y ahora está por caer el dolor sobre los mortales que aman a medias y no piden perdón nte los corazones muertos por diluvios en las mejillas.
Y me escucho en dos palabras y mil suspiros, me vio sacar lo más profundo de mi y lo mejor en milisegundo, después murió conmigo y ahora está llorando ante mi, por mi... Sus lágrimas tan mortales para uno, tan sentimentales para otros y tan sinceras para mí, para mí, que le hable de ti día y noche, le conté desde el primer momento en que te vi hasta el último segundo en el que creí te pertenecí y era mutuo, él sabe que cada noche golpeaba hasta que mis nudillos se hicieran trizas y que cada día caminaba por los senderos más abiertos de la ciudad donde a cada paso recreaba cada segundo a tu lado, viviendo de tus recuerdos.
Ahora cada gota del mar, cada brisa gélida pasa en la vida de cada uno de nosotros en algún momento, adentrándose en nuestro ser, nuestra mente y alma para saber que haz de llorar de amor y sufrir como el cielo sufre por mi y yo por ella...
1 comentarios
Excelente, bonito y muy profundo. Felicidades y que las letras sigan llenando nuestra alma.
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